Fuente: http://periodismosinsobre.wordpress.com/2014/02/11/el-principio-del-fin-de-un-feudo-raul-othacehe-el-intendente-oficialista-que-mas-mediatizo-su-pase-a-la-oposicion/
EL PRINCIPIO DEL FIN DE UN FEUDO: Raúl Othacehé, el intendente oficialista que más mediatizó su pase a la oposición.
Nadie lo creía, pero al mismo tiempo todos estaban seguros. El hombre que comandó con mano de hierro los últimos 22 años del distrito de Merlo una vez más se cambia de camiseta para seguir perpetuándose en el poder, esta vez a la oposición mas presidenciable que nació, justamente, del actual oficialismo. Historias que se repiten, silencios mediáticos cómplices y mucho, pero mucho travestismo político.
Por Juan Carlos Sinchotta, Waldemar Semenvelope y Marcela Zoom Crazedif
Ellos eran cinco amigos y dos conocidos de una de las unidades básicas más convocantes del centro de Merlo. Casi iban a ser las dos de la mañana. Los habían llamado casi de urgencia. Todos se miraban, sin saber qué hacer. En realidad, estaban esperando directivas “de arriba”. Llaman al celular de uno de ellos. El silencio se cortaba con un cuchillo. Corta la llamada. Uno de ellos le pregunta “¿qué onda?”. “Hay que empezar a arrancar afiches”. “¿Otra vez “Mochila” (Menendez, el opositor más fuerte que tuvo Othacehé de su propio riñón) está jodiendo? ¿Qué le pasa al loco?”. “No, de él no. De nosotros”. “¿Cómo que de nosotros?”. Silencio de cinco segundos para que el del celular les diga, como si hubiera muerto un familiar, que “el jefe transó con el de Tigre”. La escena era tremenda. Unos se agarraban la cabeza, otros se acordaban de los genitales de la madre de su jefe, algunos se reían de los nervios. Obvio que no se iban a negar a hacer ese trabajo, que no era de tirar panfletos mentirosos a la oposición o romper y quemar comités de “la contra” o amenazar a dirigentes críticos a plena luz del día. Era algo mucho más simple: tapar o arrancar toda referencia gráfica de su empleador al partido gobernante en el país. Como romperse el alma haciendo una maqueta de fósforos y que quien te mandó hacerla te diga “a ver si andan los fósforos” y la prenda fuego. Esa esclavitud que en el justicialismo llaman “acompañamiento”.
Él es dueño de un humilde multimedios de las afueras de Merlo. Todos los días se levanta a prender su FM para hacer un programa que antes gozaba del respeto en sus colegas por su contenido crítico, pero por presiones gubernamentales, se tornó el más obsecuente de los pasquines radiales que pululan el distrito. Él intuía algo, pero como es natural entre sus nuevos pares, se quedó “guardado” hasta que alguien le dé una directiva. Es cierto, es director de un medio de comunicación, pero a la vez es empleado de gente mas poderosa, que mantiene su radio en base a pautas publicitarias. Eran las cuatro de la tarde cuando lo llaman a su teléfono, mientras preparaba un escrito con nuevas loas al intendente que antes detestaba. “Borrá todo; el Vasco arregló con Massa” le dicen, casi en tono desesperante. “¿Me estás jodiendo? ¿Con Massa?” pregunta el mediático. “Si querés seguir morfando, borrá todo, o no sé, cambiá lo que escribiste ahí en tu página y en tu diarito, no sé, quemá todo. Mañana te cuento más” dijo esa voz antes de cortar la llamada. Era solo cruzar la mirada del estudio de su radio hasta su casa para ver cómo se agarraba lentamente la cabeza y acariciarse la barba. Cuando se acercó al estudio, los que estaban ahí lo vieron con cara de preocupado y le preguntaron qué le pasaba. Se quedó colgado cinco segundos, alzó la vista y palmándole la espalda a quien se lo preguntó dijo con media sonrisa en tu boca “está todo más que bien”.
¿Está todo más que bien?
LA PATRIA AFICHERA
Algunos, en el fondo (y entre ellos nosotros, por qué negarlo) pensaban que Raúl Alfredo Othacehé, el “Vasco”, que hace 22 años y medio gobierna sin ningún problema los destinos del partido de Merlo, iba a morir con las botas puestas debajo de las faldas del kirchnerismo. No es para nada insensato pensar que los “caudillos” del conurbano te pueden dar vuelta una elección, hasta te diríamos nacional. Pero la historia terminaría condenándolo al polémico intendente. Sus cambios de camiseta al peronismo más exitoso en su momento fueron un clásico desde que asumió en 1991 tras la muerte de “Pocho” Suarez, otro eterno intendente que no se movió de su sillón desde la vuelta a la democracia y que solo tuvo un interinato con Juan Carlos Brieva, actual presidente del club Argentino de Merlo, amigo entrañable de Othacehé y dueño de la polémica FM Sol, de la cual se deslindó de su contenido artístico dejándola en la nada y con un dudoso modo de subsistir en el dial merlense.
Algunos, en el fondo (y entre ellos nosotros, por qué negarlo) pensaban que Raúl Alfredo Othacehé, el “Vasco”, que hace 22 años y medio gobierna sin ningún problema los destinos del partido de Merlo, iba a morir con las botas puestas debajo de las faldas del kirchnerismo. No es para nada insensato pensar que los “caudillos” del conurbano te pueden dar vuelta una elección, hasta te diríamos nacional. Pero la historia terminaría condenándolo al polémico intendente. Sus cambios de camiseta al peronismo más exitoso en su momento fueron un clásico desde que asumió en 1991 tras la muerte de “Pocho” Suarez, otro eterno intendente que no se movió de su sillón desde la vuelta a la democracia y que solo tuvo un interinato con Juan Carlos Brieva, actual presidente del club Argentino de Merlo, amigo entrañable de Othacehé y dueño de la polémica FM Sol, de la cual se deslindó de su contenido artístico dejándola en la nada y con un dudoso modo de subsistir en el dial merlense.
Othacehé llegó al poder cobijado por el furor menemista de principios de los ´90. El primer trastabilleo fue cuando el golpe de estado del 2001. En menos de dos semanas tuvimos cinco presidentes, todos peronistas. El Vasco decidió aliarse con Adolfo Rodriguez Saa, aquel que en el Congreso se lleno de aplausos y obsecuencias periodísticas cuando dijo que iba a dar “500000 puestos de trabajo” y “no pagar la deuda externa”. Todo el centro de Merlo amaneció con afiches que rezaban “Adolfo Presidente, Othacehé Intendente”. Pero así como aparecieron, se borraron del mapa, tras la renuncia del puntano una semana después. Tras boyar en una supuesta “independencia de poderes” (ni siquiera apoyó a Duhalde en sus dos años de mandato), Othacehé esperó a saber el ganador entre Kirchner y Menem en las elecciones del 2003. Como sabrán muchos, fue un final abierto. Menem ganó con el 23% de los votos y Kirchner segundo con un punto menos. El “pingüino” terminó asumiendo el poder del país tras el abandono de Menem y después del caos social que ellos mismos armaron, solo nos quedaba elegir al menos peor y, hasta diríamos, al “más simpático”. En esos tiempos Kirchner tenía una muy buena imagen y el Vasco no se iba a perder la foto junto con esa imagen. Además, como todo peronista, sigue el viejo lema del General: “si gana, gobierna; si pierde, acompaña”. Y así de repente, Raúl Alfredo se tuvo que comer sapos como los de los “derechos humanos”, justo él que no duda en apalear manifestaciones opositoras, justo él que no permitió por muchos años el ingreso de medios de comunicación nacionales (algo que tuvo que claudicar tras el temporal con tornado del 2012 y la sorpresiva llegada del equipo de Periodismo para Todos, que hizo el más aplastante informe sobre la gestión feudal del Vasco, justo él que mandó amenazar a los principales referentes de Grande Merlo, la agrupación del dirigente, hoy concejal, Gustavo Menendez, que estuvo muy cerca de Othacehé tiempo atrás, hasta que hastiado de tanta corrupción y omnipresencia, se abrió y formó un grupo que comenzó minúsculo y terminó mojándole la oreja a la “perpetua” intendencia, ganándole por varios puntos tanto en las PASO como en las elecciones generales.
Esta última situación tambaleó el imperio Vasco hasta dejarlo groggy y abrazando al árbitro, pero hasta el último minuto mantuvieron el orgullo intacto de decir “ganamos el Concejo Deliberante; seguimos gobernando”, tanto en las clásicas pegatinas callejeras como en los militantes pagados para difamar en facebook a todo aquel que piense distinto a su empleador. El “ganamos”, tan parecido al terrible “estamos ganando” de Gomez Fuentes durante la guerra de Malvinas, era un consuelo que el Othacehismo necesitaba como el sediento agua. De 9 concejales oficialistas, 4 se habían ido al Frente Renovador. Y al Vasco no le gusta ganar con poco margen, así que mucho menos perder. Seguían siendo mayoría, pero la presión de un acuerdo entre opositores iba a ser catastrófica, más sabiendo que ya estaban todos los concejales asumidos y que ya no se podía “apretar” como antes a los “infieles” por el interés nacional que causó el informe del programa de Jorge Lanata y que lo vio el mundo entero. Y así fue que, como dicen en las películas yanquis, “si no puedes con el enemigo, únete a él”.
LA PATRIA VENDIDA
El hermetismo ante la desición de Raúl Othacehé de pasarse a su propia oposición era tan grande que sólo muy pocos allegados al intendente sabían en parte lo que podría llegar a ocurrir. Si bien algunos intendentes, como Ishii en José C. Paz, que se volcaron al Massismo apenas se conocieron los resultados electorales, o como Darío Giustozzi que empezó a apoyar a Massa un año antes de las PASO, o Jesús Cariglino, el intendente de Malvinas Argentinas que pateó el tablero del oficialismo “triunfal” del 2011 y ganó cómodamente las elecciones donde no hubo sombra de oposición en las nacionales, nadie de ellos mediatizó su cambio de camiseta como lo hizo Raúl Othacehé. Y nadie lo hizo así de un día para el otro. Hasta un día antes el Vasco estaba con el “proyecto nacional y popular” hasta las últimas consecuencias.
El hermetismo ante la desición de Raúl Othacehé de pasarse a su propia oposición era tan grande que sólo muy pocos allegados al intendente sabían en parte lo que podría llegar a ocurrir. Si bien algunos intendentes, como Ishii en José C. Paz, que se volcaron al Massismo apenas se conocieron los resultados electorales, o como Darío Giustozzi que empezó a apoyar a Massa un año antes de las PASO, o Jesús Cariglino, el intendente de Malvinas Argentinas que pateó el tablero del oficialismo “triunfal” del 2011 y ganó cómodamente las elecciones donde no hubo sombra de oposición en las nacionales, nadie de ellos mediatizó su cambio de camiseta como lo hizo Raúl Othacehé. Y nadie lo hizo así de un día para el otro. Hasta un día antes el Vasco estaba con el “proyecto nacional y popular” hasta las últimas consecuencias.
En todo el entorno del periodismo oficialista y rentado del polémico feudo hubo muchísima confusión. Tanto como la que había entre los militantes que tuvieron que despegar todos los carteles que habían pegado días atrás. El controversial “portal de información” Merlo GBA, manejado por gente que no es periodista y que, después de ser denunciados por este blog, empezaron a firmar algunas notas, fueron los más rápidos en publicar la “buena nueva”. Obviamente no podían poner “Nos agachamos ante el que nos ganó”, sino que titularon “El lntendente de Merlo cerró filas con Sergio Massa: Raúl Othacehé y Sergio Massa en trascendente acuerdo”. No hubo mucho que agregar, salvo lo que se copió y pegó del comunicado del municipio y las fotos oficiales. Algo que no alcanza con poner “Ampliaremos”, ya que lo que menos se puede ampliar es la noticia, aunque sí las extremidades de los que menos de un día antes, hacían campaña sucia contra Sergio Massa y su representante en Merlo, Gustavo Menendez, cuyo triste apodo “Mochila” fue puesto por el aparato de propaganda de Othacehé al estos plantarle droga en un bolso de viaje. Tan sorpresiva fue la noticia que los muchachos de Merlo GBA aún no borraron de su página web las noticias contra su nuevo socio, publicadas no hace tanto, incluso algunas después de las elecciones.
Y el miedo no es zonzo. Si bien Grande Merlo no tuvo una muy buena performance en 2011, le bastaron dos años y el apoyo al ascendente Massa para ganarle las elecciones a un intendente que jamás perdió un escrutinio, eso sí, con la ayuda de un aparato propio de propaganda donde se mezclan la violencia física, las amenazas y los fraudes electorales a ojos vista de todo el mundo, afiches electorales pegados el mismo día de votar, incluidos. Aún muchos recuerdan el tristísimo suceso donde el ex senador radical y empresario turístico Manuel de Arma, harto de las presiones del Vasco, decidió inmolarse en pleno centro de la ciudad de La Plata.
Y Menendez era del rinón del Vasco en los ’90, como lo cuenta en una nota al diario Perfil: “Lo puedo contar y no me da vergüenza. A los 18 entré a trabajar a la municipalidad durante la gestión de Mateo Zencich (N. de la R.: anterior al Vasco, tras la muerte de Suarez y el interinato de Brieva). Cuando llegó Othacehé, yo era dirigente del peronismo universitario y me quedé. Fui subsecretario de Tierras. En 1996 me fui al notar el desprecio del intendente por la pobreza y la militancia. Ahí me dijo: “De mi banda se van porque los echo o con los pies adelante”. Casi al instante me acusaron de vender tierras, de quedarme con guita, de ser de la mafia china y de narcotraficante.”
Hoy día, tras la desición de Othacehé de aliarse con quienes 24 horas antes eran sus enemigos, Menendez marcó la cancha desde su facebook oficial: “Comparto la declaración con la que fijamos posición política frente a los acontecimientos de las últimas horas: Seguimos dentro del Frente Renovador pero jamás compartiremos un proyecto político en Merlo con el oficialismo encabezado por el int. Othacehé de quien seguimos pensando que representa lo peor de la política. Lo enfrentaremos en cualquier escenario.” Además, en diálogo con el sitioDesalambrar, de la ciudad de Moreno, el actual concejal opositor fue tajante: “Si se diera ese proceso no tengo ninguna duda que en una interna del Frente Renovador el intendente saldría derrotado. Creo que el costo político es algo que evalúa Sergio Massa, pero nosotros seguimos apostando a la renovación de la política que propone Sergio y eso no incluye compartir un espacio político con el intendente de Merlo.” Si bien la política es casi una dinámica de lo impensado, habría que ser muy necio para pensar que Menendez va a acompañar a un intendente que se debilita tan rápido como el gobierno nacional y que le hizo la vida imposible hasta tal punto de tener que mudar a toda su familia a un distrito “amigo” como Malvinas Argentinas, hastiados de las amenazas de los muchachos del municipio de Merlo.
LA PATRIA DESPECHADA
Quienes festejaron esta panquequeada de este “barón” del conurbano no fueron justamente sus seguidores, bastante confundidos con eso de tener que ahora saludar amablemente a quien insultaban a más no poder un día antes, sino la misma oposición, la más fundamentalista, que ve que de “Frente Renovador” la propuesta de Massa no tiene nada de renovación. Algunos militantes massistas, naturalmente confundidos por declaraciones de iluminados partícipes de debates en facebook que solo quieren hechar más leña al fuego, creen que Massa “se vendió” a Othacehé, cuando en realidad es al revés. Massa ya no es más intendente de Tigre, sino que ahora es diputado provincial y uno de los más presidenciables de cara al 2015.
Quienes festejaron esta panquequeada de este “barón” del conurbano no fueron justamente sus seguidores, bastante confundidos con eso de tener que ahora saludar amablemente a quien insultaban a más no poder un día antes, sino la misma oposición, la más fundamentalista, que ve que de “Frente Renovador” la propuesta de Massa no tiene nada de renovación. Algunos militantes massistas, naturalmente confundidos por declaraciones de iluminados partícipes de debates en facebook que solo quieren hechar más leña al fuego, creen que Massa “se vendió” a Othacehé, cuando en realidad es al revés. Massa ya no es más intendente de Tigre, sino que ahora es diputado provincial y uno de los más presidenciables de cara al 2015.
Muchos de ellos, que no ahorraron para nada insultos hacia nuestro trabajo, se mofaron incluso de medios críticos como Clarín, que no dudó en destruír aún mas la imagen del feudo merlense a través de su diario y de su programa periodístico insignia de los domingos por la noche, aduciendo que ahora van a hablar bien de Othacehé porque “van a transar con Massa”. Todas esas suposiciones, hipótesis y, en algunas ocasiones, delirios trasnochados, están siendo una de las duras herencias que nos va a dejar el kirchnerismo cuando desaparezca de la faz de la tierra: la dicotomía permanente, el constante cuestionamiento a todo, el contraste sin grises de nuestra realidad como país. Nos están dejando, como lo dijimos muchas veces en nuestro facebook, el síndrome de la “novia despechada”, donde nada nos viene bien, donde todos son enemigos, donde todos nos van a engañar. Sin siquiera tener tiempo de ver si un gobierno es tan bueno o tan malo. Un tiempo que sí le dieron a Kirchner, pero que el mismo matrimonio presidencial se encargó de intentar perpetuarse no solo en el pensamiento de sus insoportables fanáticos, sino en el poder, amarrocando de nuestro dinero hasta escurrir las arcas como trapo mojado. La idea es simple, algo muy “peronista”: una militancia rentada o ilusa que permanentemente machaque con todo lo que se hizo “bien” y con “todo lo que falta” para terminar las cosas “bien”. Sumado a la debacle total de la economía, camuflada por dibujos en los números del INDEC, una inflación que galopa al 30% y un dólar que está por llegar a los 15 pesos, termina siendo un cóctel del cual no hay otra que tragárselo lentamente, primero con un repliegue monumental de la oposición en las elecciones del 2011 y ahora con un final de camino del cual muchos como último recurso no quieren llegar: el no llegar al 2015. Algo muy típico del peronismo en esas lides de jamás ganar elecciones limpiamente.
Y el Vasco Othacehé lo pensó y lo repensó seguramente muchas veces. Además, hay que admitirlo. Raúl Alfredo a sus años no necesita seguir progresando políticamente. Nunca desde que está gobernando en Merlo lo hizo.Él estuvo cómodo durante 22 años en su sillón feudal. Ni los gritos militantes de “el Vasco gobernador” de años atrás sirvieron para convencer al viejo caudillo de avanzar en su carrera política. Merlo era (aún lo sigue siendo) su pequeño país, su reino. Y no lo iba a dejar para que le pase lo que le pasó a De la Rua cuando después de una excelente gestión como Jefe de Gobierno en Buenos Aires, el peronismo lo eche en el más cruento golpe de estado después del de 1976 endilgándole muertos que los mismos que organizaron ese caos social, mataron. Justamente el Vasco dijo una poco feliz frase en un periódico zonal del sur del Gran Buenos Aires en esos tiempos turbulentos: “Si el PJ quiere, De la Rua cae en 12 horas”.
LA PATRIA DUBITATIVA
Gran parte de los intendentes del conurbano bonaerense ya se pasaron a las filas del Frente Renovador y los pocos que quedan, sorprendentemente están durando un poquito más que de quien esperábamos, como dijimos en un principio, morir con las botas puestas. Uno de los pocos que falta pasarse al bando opositor es Mariano West, el controversial intendente de Moreno que en 20 años hizo involucionar ese distrito trayendo villas miseria completas, inmigrantes ilegales y muchísima mugre en el centro del segundo partido con mayor densidad de población después de La Matanza. Igualmente para West el cambio de camiseta va a ser menos leve que para el Vasco. Damián Contreras, que en las elecciones del 2011 se sumó a un frente renovador que no era conducido por Massa, terminó siendo el presidente del Concejo Deliberante morenense, en teoría puesto a dedo por West. Así y todo llegó a postularse para este otro Frente Renovador, ya liderado por Sergio Massa, y le ganó las elecciones a West con mucho más margen que Menendez a Othacehé en Merlo. Los opositores mas férreos al justicialismo y a toda alternativa “progresista”, aliados a la extrema derecha nacionalista, ven que es el contubernio más explícito para mantener el poder, más en Moreno, donde sus dirigentes mas encumbrados esperan abajo de un toldo si llueve para llevar paraguas. Hay otros que esperan cortarse solos ante el presunto ganador, como Walter Festa, titular del ANSES de esa ciudad, que de ser un obsecuente dirigente de la gestión kirchnerista, formó tropa propia y es quien más se presta a los debates en los medios de comunicación zonales entre los, hasta el momento, oficialistas.
Gran parte de los intendentes del conurbano bonaerense ya se pasaron a las filas del Frente Renovador y los pocos que quedan, sorprendentemente están durando un poquito más que de quien esperábamos, como dijimos en un principio, morir con las botas puestas. Uno de los pocos que falta pasarse al bando opositor es Mariano West, el controversial intendente de Moreno que en 20 años hizo involucionar ese distrito trayendo villas miseria completas, inmigrantes ilegales y muchísima mugre en el centro del segundo partido con mayor densidad de población después de La Matanza. Igualmente para West el cambio de camiseta va a ser menos leve que para el Vasco. Damián Contreras, que en las elecciones del 2011 se sumó a un frente renovador que no era conducido por Massa, terminó siendo el presidente del Concejo Deliberante morenense, en teoría puesto a dedo por West. Así y todo llegó a postularse para este otro Frente Renovador, ya liderado por Sergio Massa, y le ganó las elecciones a West con mucho más margen que Menendez a Othacehé en Merlo. Los opositores mas férreos al justicialismo y a toda alternativa “progresista”, aliados a la extrema derecha nacionalista, ven que es el contubernio más explícito para mantener el poder, más en Moreno, donde sus dirigentes mas encumbrados esperan abajo de un toldo si llueve para llevar paraguas. Hay otros que esperan cortarse solos ante el presunto ganador, como Walter Festa, titular del ANSES de esa ciudad, que de ser un obsecuente dirigente de la gestión kirchnerista, formó tropa propia y es quien más se presta a los debates en los medios de comunicación zonales entre los, hasta el momento, oficialistas.
Y no podemos negar la ansiedad que tenemos por ver cómo el “periodismo” de empleados municipales va a escribir el momento en que West se pase a la oposición. Porque aunque muchos digan que “Massa es lo mismo”, hoy por hoy es el mejor reflejo de cómo cambian de idea por conveniencia ciertos dirigentes a los que les pagamos el sueldo religiosamente.
LA PATRIA LOS DEMANDE
Raúl Alfredo Othacehé lo hizo de nuevo. Tardó diez años en volver a acomodarse en la cola de un caballo ganador, aunque esta vez innovó bastante al hacerlo mucho tiempo antes de una elección. Es el reflejo más crudo de nuestra actualidad política, la del acomodo, la de la convivencia, la de querer salvarse aunque tengas que besarle los pies a quien horas atrás se los escupiste. Solo que ahora, por primera vez en décadas, lo estamos viviendo en tiempo real. Antes pasaba, e incluso más que ahora, pero no nos dábamos cuenta hasta que recién los que hablaban de liberalismo en Argentina terminaban cantando la marchita haciendo los dedos en ve. Esto debería hasta incluso ser natural tras ver a tanta gente ilusa denostando los ’90 menemistas mientras mantiene a ese señor en una banca vitalicia en el Senado. Pero no es normal. No es natural. Como argentinos merecemos tener una mejor historia, perfectible, cuestionable sin extremismos, mejorable todo el tiempo.
Raúl Alfredo Othacehé lo hizo de nuevo. Tardó diez años en volver a acomodarse en la cola de un caballo ganador, aunque esta vez innovó bastante al hacerlo mucho tiempo antes de una elección. Es el reflejo más crudo de nuestra actualidad política, la del acomodo, la de la convivencia, la de querer salvarse aunque tengas que besarle los pies a quien horas atrás se los escupiste. Solo que ahora, por primera vez en décadas, lo estamos viviendo en tiempo real. Antes pasaba, e incluso más que ahora, pero no nos dábamos cuenta hasta que recién los que hablaban de liberalismo en Argentina terminaban cantando la marchita haciendo los dedos en ve. Esto debería hasta incluso ser natural tras ver a tanta gente ilusa denostando los ’90 menemistas mientras mantiene a ese señor en una banca vitalicia en el Senado. Pero no es normal. No es natural. Como argentinos merecemos tener una mejor historia, perfectible, cuestionable sin extremismos, mejorable todo el tiempo.
De nosotros depende que de una vez por todas se acabe la perpetuidad en el poder de nuestros distritos, acabando con los arcaicos métodos de elecciones favoritistas y gestiones perpetuas. Que haya una nueva sangre. Y que no nos engañen con lobos disfrazados de cordero por mas de 20 años una vez más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario