martes, 21 de junio de 2011

Nota sobre los barones del conurbano

 Nota aparecida el 02 de Diciembre de 2008 en Tres Lineas.

Enlace: http://www.treslineas.com.ar/nestor-sospechosos-siempre-n-36434.html

Néstor y los sospechosos de siempre

PJ bonaerense: Rico, Porretti y los caciques del conurbano, los grandes ganadores
Los controvertidos Pereyra, Ishi, Descalzo, Cariglino, Granados, Othacehé y Coronel, entre otros barones distritales, renovaron sus liderazgos con listas únicas y apoyo del kirchnerismo.
Como presidente del Partido Juticialista, Néstor Kirchner facilitó en la interna del PJ bonaerense del último domingo el triunfo de numerosos dirigentes a los que asoció tiempo atrás con la “vieja política”. Se trata de los llamados “barones del conurbano”, que Cristina comparó en plena campaña con la mafia siciliana y que ahora revalidaron, en su mayoría con listas únicas, la representación del partido en el territorio más poblado del país.

El caballito de batalla de la “nueva política” le había servido a Kirchner para romper lanzas con Eduardo Duhalde y un cúmulo de intendentes bonaerenses, los mismos a los que hoy recurre para fortalecer un poder que la crisis amenaza quitarle.

Como un símbolo del retroceso, puede contabilizarse el triunfo del coronel carapintada Aldo Rico, promotor de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que, en una curiosa alianza con el ultraoficialista Carlos Kunkel, derrotó al intendente Joaquín de la Torre, aunque éste denunció fraude y pidió revisar las urnas.

Otra señal sintomática es el triunfo en Pinamar del ex intendente Roberto Porretti, después de protagonizar una escandalosa cámara oculta donde se mostraban negociaciones dudosas con empresarios de la noche y tras haber sido destituido por irregularidades en su gestión.

Pero el tándem Rico-Porretti corre el riego de ser opacado por el currículum del resto de los vencedores en las urnas pejotistas.

Además de Alberto Balestrini, quien se quedó con la presidencia del PJ bonaerense, el domingo festejaron otros nuevos-viejos jefes partidarios. Entre los principales figuraron:

Jesús Cariglino, intendente de Malvinas Argentinas: pasó varios días en prisión por estafas reiteradas a la administración pública. Está en libertad condicional después de haber pagado un fianza de 500 mil pesos. En una megacausa, que lo llevará a juicio oral, lo acusan de 29 hechos de corrupción, la mayoría de ellos vinculados con licitaciones irregulares.

Alberto Descalzo, intendente de Ituzaingó: proviene de la derecha peronista de Morón de los 70. Fue concejal en tiempos del Triple A Juan Carlos Rousselot. Afronta varias denuncias de corrupción y violencia política en su distrito. Está imputado en una megacausa por el nombramiento de 120 ñoquis, entre ellos, su suegra de 80 años.

Raúl Othacehé, intendente de Merlo: señalado por los organismos de derechos humanos como el jefe comunal con más denuncias por aprietes de tinte mafioso del conurbano. También está denunciado por haber plantado droga en la casa de un concejal, que se había rebelado a una orden suya. Seis concejales opositores fueron destituidos en los últimos años, por medio de maniobras calificadas como irregulares.

Julio Pereyra, intendente de Florencio Varela y presidente de la Federación Argentina de Municipios (FAM): está denunciado por abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público, cohecho, malversación de caudales públicos y enriquecimiento ilícito. Se le imputan irregularidades con fondos oficiales destinados a 200 desocupados. Impulsó una ley que proponía fueros especiales para los intendentes.

Mario Ishi, intendente de José C. Paz, uno de los distritos más pobres del conurbano: accedió al cargo después de una violenta refriega en el Concejo Deliberante local que dejó el saldo de siete heridos de bala. En mayo de 2004 viajó a Japón y dejó la comuna en manos de su madre, Santa González, de 65 años y sin militancia partidaria.

Hugo Curto, intendente de Tres de Febrero y ex tesorero de la UOM: está imputado por la justicia federal por la cesión irregular de terrenos al Ejército en su distrito. Según el fiscal de la causa, con una maniobra se desviaron del Estado cuatro millones de pesos-dólares.

Alejandro Granados, intendente de Ezeiza: en su restaurante, El Mangrullo, Carlos Menem festejó su triunfo en 1989. Allí, Alejandro Granados solidificó una amistad, que incluía partidos de fútbol, golf, entre otros festejos con el ex presidente. Desde entonces, gana una elección tras otra. Fue presidente del club más popular de la zona, Tristán Suárez (ahora lo preside su hijo), y pasó de menemista furioso a ultraduhaldista y ahora inunda las calles de su distrito con imágenes suyas con los Kirchner.

Marcelo Coronel, intendente de General Rodríguez: tres de sus funcionarios están siendo investigados por presunta vinculación con carteles de la droga mexicanos. Federico Faggionatto Márquez, el juez a cargo de la causa del triple crimen, sospecha del accionar del jefe comunal, que habría mandado una cuadrilla a limpiar la zona donde aparecieron asesinados Damián Ferrón, Sebastián Forza y Leopoldo Bina.

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